domingo, 6 de enero de 2019

A TITULO PERSONAL


Siempre es difícil despedir a un compañero, pero en tu caso Joaquín es mucho mas duro.

Por desgracia nos estamos acostumbrando demasiado a que esta odiosa enfermedad se lleve a familiares, amigos y compañeros. No hay palabras que puedan consolar a tu familia porque, como todos los que te conocimos, no entendemos lo injusto que ha sido todo.  

Porque es muy injusto que una persona que pasa por la vida con tu talante nos deje así. No quería entrar en el “que bueno eras”, pero que narices. Siempre tenías una buena palabra para todos, siempre trasmitiendo esa sensación, de generar en tus compañeros y compañeras la confianza de contarte todo, de hablar contigo como con un buen amigo.

Estos últimos meses, a pesar de “pesarte el mundo”, siempre tenias una sonrisa para los demás. Me quedo con lo que se adivinaba en tus conversaciones, como tratabas de decirnos como equivocamos a veces lo que realmente importa.
Gracias Joaquín.

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